La Expedición Malaspina fue recibida en Santiago por el Gobernador Ambrosio O'Higgins.
Presumo se trara de una vista desde los faldeos del Cerro San Cristobal de Santiago. El río casi no se ve pero se alcanza a notar el Puente de Palo.
Los Condes de Quinta Alegre fueron:
Juan Alcalde Gutiérrez (bautizado en Durón el 9 de febrero de 1707-1780) I conde de Quinta Alegre. Compra el título en 1763.
Contrajo matrimonio en Santiago el 17 de septiembre de 1731 con Isabel Margarita Hernández de Ribera y Cabrera.
Sucedió su hijo:
Juan Ignacio Alcalde Ribera (Santiago, 1732-Cádiz,20 de enero de 1798), II conde de Quinta Alegre.
Contrajo matrimonio en Cádiz el 3 de mayo de 1772 con María O'Mullony Philips.
Sucedió su hermano:
José Antonio Alcalde Ribera (bautizado en Santiago, 8 de septiembre de 1739-ibid. 16 de julio de 1804), III conde de Quinta Alegre.
Contrajo matrimonio en Santiago de Chile el 30 de junio de 1773 con Rosa Bascuñán Meneses.
Sucedió su hijo:
Juan Agustín Alcalde Bascuñán (bautizado en Santiago, 5 de septiembre de 1784-ibid. noviembre de 1860), IV conde de Quinta Alegre.
Contrajo matrimonio en Santiago el 26 de abril de 1812 con María del Carmen Velasco Oruna. Este IV Conde adhiere a la causa de la Independencia de Chile.
Despues llegó O'Higgins y se acabó.
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RECOLETA DOMINICA
Gracias a la donación de uno de los primeros gobernadores de Chile, Rodrigo de Quiroga (1512-1580), los Dominicos tuvieron desde los albores de la Colonia sus dominios en la capital. A pasos de la Plaza de Armas levantaron el templo de Santo Domingo, en los Dominicos (en los extramuros de la ciudad) la Iglesia San Vicente Ferrer y en plena Chimba la Recoleta Dominica, lugar especialmente diseñado para la paz y oración.
En estos terrenos que poseía la Orden al Norte del río Mapocho, y entre los cerros San Cristóbal y cerro Blanco, se fundó el 23 de Mayo de 1753 una casa destinada a una estricta observancia religiosa. Un siglo después se proyecta construir otra iglesia que hoy es patrimonio de la ciudad. Se encargó de esto el arquitecto D. Eusebio Celli en 1853. Este convento llegó a ser uno de los más importantes de Chile, especialmente en los inicios del siglo XX, donde se consolida una imponente biblioteca teológica y un nuevo colegio para educar a la juventud.
Las Recoletas tienen su origen en las «casas de recolección» que surgieron en la Europa renacentista, con no más de 20 miembros, dedicados estrictamente a la oración, trabajo y meditación. En Chile existen las Recoletas Franciscana y Dominica. Desde un principio, los dominicos quisieron fundar un convento de mayor observancia religiosa para la orden. Su idea no se concretó hasta 1750 cuando comenzó la construcción del llamado «convento viejo». Allí se formó su célebre biblioteca, uno de los tesoros de la Colonia, que hace honor al espíritu dominico de trabajo intelectual.
Por los primeros años de la República, 1824, vivió por 7 meses en dicho convento el conde Juan María Mastai Ferreti, el mismo que en 1846 fuera nombrado Papa Pío Nono, quien proclamó los dogmas de la Inmaculada Concepción, de la infalibilidad pontificia y publicó el Syllabus. La Orden de los Dominicos o Predicadores fue fundada por el español Santo Domingo de Guzmán (1170 -1221).
En 1853 se le encargó la construcción de la iglesia al arquitecto italiano Eusebio Chelli. Se inspiró en la iglesia romana de San Pablo Extramuros. También participó en la obra el arquitecto chileno Manuel Aldunate (1815-1904), quien diseñó la cúpula y dirigió los trabajos durante 20 años.
El templo consta de tres naves paralelas separadas por 52 columnas de mármol traídas directamente de Carrara, Italia. En el interior, se encuentran diecisiete altares, enormes cuadros de artistas italianos que reproducen los misterios del Rosario. En el cielo, medallones con santos dominicos. Sobre el coro, escultura de San Francisco. En la fachada principal, pórtico compuesto de ocho columnas semejantes a las interiores. Las puertas de roble americano fueron talladas por el escultor chileno José Miguel Blanco (1839-1897).
Tags: chile santiago cerro santa lucia
presumo que es de Felix Leblanc alla por 1888.-
Tags: chile antiguo patrimonio santiago urbano santiagonostalgico
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RECOLETA DOMINICA
Gracias a la donación de uno de los primeros gobernadores de Chile, Rodrigo de Quiroga (1512-1580), los Dominicos tuvieron desde los albores de la Colonia sus dominios en la capital. A pasos de la Plaza de Armas levantaron el templo de Santo Domingo, en los Dominicos (en los extramuros de la ciudad) la Iglesia San Vicente Ferrer y en plena Chimba la Recoleta Dominica, lugar especialmente diseñado para la paz y oración.
En estos terrenos que poseía la Orden al Norte del río Mapocho, y entre los cerros San Cristóbal y cerro Blanco, se fundó el 23 de Mayo de 1753 una casa destinada a una estricta observancia religiosa. Un siglo después se proyecta construir otra iglesia que hoy es patrimonio de la ciudad. Se encargó de esto el arquitecto D. Eusebio Celli en 1853. Este convento llegó a ser uno de los más importantes de Chile, especialmente en los inicios del siglo XX, donde se consolida una imponente biblioteca teológica y un nuevo colegio para educar a la juventud.
Las Recoletas tienen su origen en las «casas de recolección» que surgieron en la Europa renacentista, con no más de 20 miembros, dedicados estrictamente a la oración, trabajo y meditación. En Chile existen las Recoletas Franciscana y Dominica. Desde un principio, los dominicos quisieron fundar un convento de mayor observancia religiosa para la orden. Su idea no se concretó hasta 1750 cuando comenzó la construcción del llamado «convento viejo». Allí se formó su célebre biblioteca, uno de los tesoros de la Colonia, que hace honor al espíritu dominico de trabajo intelectual.
Por los primeros años de la República, 1824, vivió por 7 meses en dicho convento el conde Juan María Mastai Ferreti, el mismo que en 1846 fuera nombrado Papa Pío Nono, quien proclamó los dogmas de la Inmaculada Concepción, de la infalibilidad pontificia y publicó el Syllabus. La Orden de los Dominicos o Predicadores fue fundada por el español Santo Domingo de Guzmán (1170 -1221).
En 1853 se le encargó la construcción de la iglesia al arquitecto italiano Eusebio Chelli. Se inspiró en la iglesia romana de San Pablo Extramuros. También participó en la obra el arquitecto chileno Manuel Aldunate (1815-1904), quien diseñó la cúpula y dirigió los trabajos durante 20 años.
El templo consta de tres naves paralelas separadas por 52 columnas de mármol traídas directamente de Carrara, Italia. En el interior, se encuentran diecisiete altares, enormes cuadros de artistas italianos que reproducen los misterios del Rosario. En el cielo, medallones con santos dominicos. Sobre el coro, escultura de San Francisco. En la fachada principal, pórtico compuesto de ocho columnas semejantes a las interiores. Las puertas de roble americano fueron talladas por el escultor chileno José Miguel Blanco (1839-1897).
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Map Maker: Ernesto Ansart
Lugar / Fecha: Santiago / 1875
Dibujo Coloreado a mano
Tamaño: 34 1/2 x 40 pulgadas
Condición: VG +
Descripción:
Tal vez el mapa principios primeros y más importantes de la moderna ciudad de Santiago, Chile, destacando la modernización y el crecimiento de la ciudad se inició 3 años antes bajo el liderazgo de Benjamín Vicuña Mackenna.
Mapa de Santiago de Ernesto Ansart es uno de los mapas modernos más importantes de la ciudad, preparados a la altura de la llamada República Liberal Período. Entre 1872 y 1875, hubo un tremendo empujón por Benjamín Vicuña Mackenna, un escritor chileno, periodista, historiador y político quien entonces se desempeñaba como intendente de Santiago, de modernización de la ciudad. Ansart fue el ingeniero que fue contratado para diseñar y ejecutar la canalización del río Mapocho. Su mapa proporciona una enorme cantidad de información, la localización de las líneas urbanas y regionales del tren, el progreso hacia la canalización del río Mapocho, regiones político-administrativas dentro de la ciudad y una representación del Camino de Cintura. También hay una serie de viñetas minitaura de los edificios, parques, etc, que representan hitos imporantes.
Como se señaló en Simon Castillo en 19o siglo Mapocho Urbano ,
. . . Intendente Benjamín Vicuña Mackenna (1872-1874) fue el articulador y condensador de interpretaciones respecto a las nuevas realidades urbanas. Es muy conocido por su drástica separación entre ciudad propiamente dicha y la ciudad bárbara, materializado a través del camino de cintura , así como para la inauguración de obras públicas monumentales, como la transformación de la rocosa colina de Santa Lucía en el espacio público.
El control de la naturaleza representada en la transformación de Santa Lucía, tuvo su correlato hídrico: el interés por canalizar el Mapocho. Desde la época colonial el río había tenido importancia simbólica y material, gracias a los tajamares y al majestuoso Puente Cal y Canto. Pero su cauce ancho y pedregoso era un límite que divide la ciudad, en constante ahogándola con su inundaciones y provocando grandes daños humanos y materiales. A pesar de que en el verano se conectaron las riberas de los ríos, entre abril y octubre, toda la zona norte no estaba integrado con el flujo urbano y la vida.
Debido a su inestabilidad, el cauce tenía uno de los valores de la tierra más baratos en Santiago, que atrae a grupos plebeyos para construir sus casas y trabajar en la extracción de grava y arena. Poco a poco esos habitantes aumentaron en número y comenzaron a molestar al patriciado urbano: eran residentes indeseables, porque su trabajo desestabilizó el lecho del río, y debido a su estética de la marginalidad, en la misma cara de la ciudad propiamente dicha. En otras palabras, la corriente del río, así como los habitantes de la orilla, fue percibido como un obstáculo para lo que se considera como la imagen de una ciudad moderna.
En 1873, el Intendente y un comité patrocinado por Luis Cousiño, un empresario minero, elaborados el primer plan para canalizar la corriente, dirigida por el ingeniero Ernesto Ansart. Asumiendo la diferencia radical entre la red de la ciudad y los caminos semi-rurales irregulares de La Chimba, el plan fue la primera herramienta planimétrica en el establecimiento de una zona de canalización, entre los actuales calles Condell, Manuel Rodríguez y, ya las tierras que se ganaría el Mapocho .
Entre otros puntos de interés, el mapa muestra un plan del Parque Cousiño y Cerro Santa Lucía, dos proyectos emblemáticos de la transformación de Santiago, realizada por Benjamín Vicuña Mackenna entre 1872 y 1875.
Benjamín Vicuña Mackenna (1831-1886) fue un político chileno importante, historiador y periodista. Un opositor firme del gobierno conservador de Manuel Montt, fue condenado a muerte por su participación en la revolución de 1851-1852, pero se escapó y pasó algunos años en el exilio. Regresó a Chile en 1856 y se mantuvo activo en la política, sirviendo como alcalde de Santiago en 2 ocasiones y candidato sin éxito para la presidencia en 1875. Visitó México, Estados Unidos y Europa y se convirtió en un coleccionista de manuscritos de la historia de Chile temprano. Sus obras históricas, sobre la base de un inmenso conocimiento y la erudición, el número de más de 100 volúmenes e incluye biografías de Antonio José de Sucre, Bernardo O'Higgins y Diego Portales y una crónica detallada de la Guerra del Pacífico.
OCLC enumera 3 copias del mapa (Dibam Biblioteca Nacional de Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile; Bibiliotheque Nationale de France), un ejemplo de reducción del tamaño del mapa también se publicó en 1875, con 2 ejemplos situados en OCLC).
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