“Nació en Pisagua, de padre Ingles y madre Argentina/Peruana, se educó en el viejo mundo. Benefactor público, privadamente un filántropo, tal cual se debe ser, nunca la diestra en tan gran persona, supo la que hiciera la siniestra. La beneficencia, el socorro a los enfermos y desvalidos, el ayudar a aquellos que vegetaban en la inopia más absoluta, fue para él una religión. Nadie llamó a sus puertas, y se fue descontento, jamás alguien recordó su nombre sino para bendecirlo. Tenaz enfermedad lo hizo irse al extranjero en busca de salud, y allí rindió tributo a la madre naturaleza. La vuelta de sus mortales despojos al pueblo de sus ideales ha sido ejemplo de apoteosis que una ciudad agradecida rinde a su benefactor. Don Alfredo Syers- Jones, era representante de la Compañía de Agua Santa y un día 17 de marzo de 1887, en su calidad de administrador del Hospital de Beneficencia, procede a su inauguración, el que se ubicaba por esos años en el lugar del actual Hospital Regional de Iquique, entre “Serrano con Tarapacá”.
Este hospital fue construido en madera, compuesto de 8 salas de caridad, con atención gratuita, además 4 salas de pensionado de segunda clase, 10 dormitorios de primera clase, y en cuyo establecimiento su director fue el médico don Germán Hoffmann.
Sus funerales en la ciudad de Iquique fueron un exponente elocuentísimo del cariño del pueblo por su digno benefactor. Llegado sus restos desde los Estados Unidos en donde había fallecido, se congregaron para rendirle homenaje, cuanto de distinguido y representativo tiene Iquique. El alto comercio, autoridades, instituciones de beneficencia, y el Cuerpo de Bomberos se disputaron el honor de llevar hacia el campo santo, los mortales despojos del cumplido caballero, el benefactor público y padre de los que sufrían.
En el Cementerio General descansan los restos del señor Alfredo Syers-Jones, celosamente guardados por la población entera que venera su memoria.
Bombero:
El 16 de noviembre de 1895 aparecen dos nuevas compañías signadas con los números 9 y 10. La primera lleva el nombre de Guardia de Propiedad, el mismo que tuvo la llamada Tarapacá y la segunda es la Bomba Peruana, fundada bajo los auspicios del acaudalado industrial Juan Vernal y Castro y de Alfredo Syers Jones, Cónsul de Argentina en Iquique, nacido Pisagua en tiempos del Perú.
Estaba en calle Zegers en las inmediaciones de la Plaza Brasil. En 1895, tiempos del Iquique chileno existía la Compañía de Bomberos Bomba Peruana N°10, que fue fundada el 10 de noviembre de 1896, siendo Director y Fundador el acaudalado salitrero peruano don Juan Vernal y Castro y su Capitán Fundador el filántropo caballero peruano don Alfredo-Syers Jones.
Ocupaba la Bomba Peruana los bajos del local de la Sociedad Peruana de Socorros Mutuos.
El “Hospital de Caridad”, comenzó a funcionar alrededor del año 1765 y por diferentes partes de la ciudad de Iquique, con la finalidad de entregar caridad y misericordia para quienes tenían enfermedades terminales; este Hospital inició sus actividades durante el gobierno del Perú, y posterior en 1876, pasó a llamarse Hospital de Beneficencia. En aquella época entonces no se superaba el promedio de vida de los 40 años.
Prat y Serrano
El día 21 de mayo de 1879 a horas después del Combate Naval de Iquique, al atardecer, se dice que el comandante Grau, envió en camillas los cadáveres del capitán Prat y de Serrano, y sus cuerpos fueron expuestos a la luz pública hasta las nueve de la noche, donde después los cadáveres de Prat y Serrano fueron llevados al hospital, pasando allí la noche hasta las diez de la mañana del día siguiente, para luego ser llevado al cementerio.
Otros héroes chilenos heridos también pasaron por el hospital y donde algunos de ellos fallecieron.
Muchos hos heridos y muertos en la Escuela Santa María también fueron llevados a este Hospital en 1907.
Su esposa Alice Martha Outram MacLean falleció en Iquique en 1963
ALGUNOS PARRAFOS TEXTUALES DEL LIBRO ALBUM GRAFICO DE TARAPACA. AÑO 1921. AUTOR CARLOS ALFARO C. IMPRENTA CHILENA. IQUIQUE 1922.
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mayo de 1877 Croquis remitido a España por Feliciano Battle, corresponsal de la Ilustración Española
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Traslado de heridos al Hospital de Beneficencia luego de la matanza de la Escuela Santa María de Iquique, 21 de diciembre de 1907.
El Dr. Alfredo Syers Jones informó que allí se registró 126 muertos y 135 heridos.
No todos los caídos fueron llevados a este establecimiento.
Había otros hospitales en Iquique, impulsados por sus benefactores, como David Richardson con el Hospital Inglés; Jose M. Reyes con el Hospital Chino; el policlínico donado por Leona de Urruticoechea, entre otros de la ciudad y la provincia. Asimismo, los particulares, como el Hospital de Dolores, establecido en ese pueblo por el Doctor Guillermo Ossa. informa el libro de profesor Juan Vásquez Trigo HISTORIA DE LA MEDICINA EN IQUIQUE Y TARAPACÁ
Los trabajadores.
Los trabajadores en paro viajaron a la ciudad de Iquique, llegando el 16 de diciembre. Seis mil de los huelguistas acamparon en la escuela Santa María. A medida que avanzaba la huelga, más y más pamperos se unían a ella, llegándose a estimar que para el 21 de diciembre eran cerca de 10.000 (algunos incluso estiman 14.000).
A los pocos días de haber llegado, este gran conglomerado de trabajadores estaba reunido en la plaza Manuel Montt y en el establecimiento de la Escuela Santa María, pidiendo al gobierno que actuara de mediador con los patrones de las firmas salitreras extranjeras (ingleses) para solucionar sus demandas. Lamentablemente los patrones se negaban a negociar debido a que los obreros aun no reanudaban sus actividades.
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Traslado de heridos al Hospital de Beneficencia luego de la matanza de la Escuela Santa María de Iquique, 21 de diciembre de 1907.
El Dr. Alfredo Syers Jones informó que allí se registró 126 muertos y 135 heridos.
No todos los caídos fueron llevados a este establecimiento.
Había otros hospitales en Iquique, impulsados por sus benefactores, como David Richardson con el Hospital Inglés; Jose M. Reyes con el Hospital Chino; el policlínico donado por Leona de Urruticoechea, entre otros de la ciudad y la provincia. Asimismo, los particulares, como el Hospital de Dolores, establecido en ese pueblo por el Doctor Guillermo Ossa. informa el libro de profesor Juan Vásquez Trigo HISTORIA DE LA MEDICINA EN IQUIQUE Y TARAPACÁ
Los trabajadores.
Los trabajadores en paro viajaron a la ciudad de Iquique, llegando el 16 de diciembre. Seis mil de los huelguistas acamparon en la escuela Santa María. A medida que avanzaba la huelga, más y más pamperos se unían a ella, llegándose a estimar que para el 21 de diciembre eran cerca de 10.000 (algunos incluso estiman 14.000).
A los pocos días de haber llegado, este gran conglomerado de trabajadores estaba reunido en la plaza Manuel Montt y en el establecimiento de la Escuela Santa María, pidiendo al gobierno que actuara de mediador con los patrones de las firmas salitreras extranjeras (ingleses) para solucionar sus demandas. Lamentablemente los patrones se negaban a negociar debido a que los obreros aun no reanudaban sus actividades.
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Traslado de heridos al Hospital de Beneficencia luego de la matanza de la Escuela Santa María de Iquique, 21 de diciembre de 1907.
El Dr. Alfredo Syers Jones informó que allí se registró 126 muertos y 135 heridos.
No todos los caídos fueron llevados a este establecimiento.
Había otros hospitales en Iquique, impulsados por sus benefactores, como David Richardson con el Hospital Inglés; Jose M. Reyes con el Hospital Chino; el policlínico donado por Leona de Urruticoechea, entre otros de la ciudad y la provincia. Asimismo, los particulares, como el Hospital de Dolores, establecido en ese pueblo por el Doctor Guillermo Ossa. informa el libro de profesor Juan Vásquez Trigo HISTORIA DE LA MEDICINA EN IQUIQUE Y TARAPACÁ
Los trabajadores.
Los trabajadores en paro viajaron a la ciudad de Iquique, llegando el 16 de diciembre. Seis mil de los huelguistas acamparon en la escuela Santa María. A medida que avanzaba la huelga, más y más pamperos se unían a ella, llegándose a estimar que para el 21 de diciembre eran cerca de 10.000 (algunos incluso estiman 14.000).
A los pocos días de haber llegado, este gran conglomerado de trabajadores estaba reunido en la plaza Manuel Montt y en el establecimiento de la Escuela Santa María, pidiendo al gobierno que actuara de mediador con los patrones de las firmas salitreras extranjeras (ingleses) para solucionar sus demandas. Lamentablemente los patrones se negaban a negociar debido a que los obreros aun no reanudaban sus actividades.
Según indica Ivan Ljubetic Vargas, en «La Masacre de la Escuela Santa María» «A las 14:30 horas del viernes 20 de diciembre, llegaron hasta la Escuela Santa María los cónsules en Iquique de Argentina, Bolivia y Perú. Se reunieron con sus connacionales. Les instaron a abandonar el movimiento y dejar la escuela, advirtiéndoles que si no lo hacían, los cónsules no podrían responder por ellos. Les dijeron que la cosa era grave, pues los militares tenían órdenes de disparar y que las balas no discriminarían entre chilenos y extranjeros. La respuesta fue inmediata. Los obreros argentinos, peruanos y bolivianos se negaron a desertar. Los trabajadores bolivianos respondieron a su cónsul: "Con los chilenos vinimos, con los chilenos morimos" ».
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