Se trata de un eremitorio rupestre de los siglos IX-X d.C. excavado sobre un roquedo de arenisca. En la parte inferior se sitúa una pila rectangular excavada en la roca de 2,8 m de largo por 1,2 m de ancho y 1,1 m de profundidad, destinada al rito bautismal por inmersión. En el fondo de la misma se sitúa un hueco circular de 22 cm de diámetro y 15 cm de profundidad. A unos metros de la pila, sobre una pared vertical, se observan siete hornacinas talladas en la superficie, cuatro grandes abajo y tres pequeñas en la parte superior. Frente a la pila y las hornacinas, a unos 11 m, se encuentra un conjunto que incluye cuatro recintos excavados en la roca y un muro de mampostería.
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